Descubre cómo la programación puede ser un escape de situaciones difíciles y cómo ha transformado mi vida.

Las motivaciones son variadas para cada persona, y cada situación puede diferir en las razones que nos mueven a tomar este camino para convertirnos en programadores.

El camino en sí no es fácil; la curva de aprendizaje puede variar en términos del lenguaje de programación y hasta qué punto de experticia y conocimiento queramos llegar. Eso sí, en todos los caminos hay dificultades que dependen de cómo complementamos lo que estamos estudiando.

Mi principal motivación es dejar el ambiente en el que actualmente vivo. Desde hace ya cuatro años, estoy viviendo en mi apartamento en un barrio humilde de Bogotá, Colombia. Este apartamento está en una calle cerrada en el primer piso, lo que significa que estoy al borde de la calle.

Al mudarme al apartamento, al principio no sentí ninguna molestia; todo estaba bien en ese aspecto. Sin embargo, con el tiempo y al conocer a mis vecinos y la ubicación del predio, empezaron a ocurrir cosas que me molestaban, pero que eran soportables en ese momento.

Me mudé al apartamento en plena pandemia y, en esos momentos de confinamiento, no había tanta gente en las calles, lo que generaba un ambiente de cierta paz. Pero, a medida que avanzaba el tiempo, las molestias fueron más notorias. A continuación, enumero algunas de ellas para luego explicar más a profundidad:

  1. El ruido de mis vecinos: Cada vez era más fuerte el ruido de la música y los gritos en la calle. Literalmente, era como estar en una plaza de mercado muy concurrida, y la música siempre era la misma (rancheras, música de banda, vallenato y reguetón).
  2. Los golpes en puertas y paredes de mi casa: Mi casa da a la calle en una vía cerrada, lo que crea un ambiente propicio para que los hijos de mis vecinos salgan a jugar en la calle. Hasta ahí, todo bien. Pero el asunto es que para un niño, medirse en sus acciones, especialmente cuando están emocionados, no es una opción. Así que, cada cinco minutos durante tres, cinco y hasta más horas, es un constante golpe a las puertas y ventanas.
  3. Escándalos: Mis vecinos son propensos al caos más que el resto de las personas. Siempre hay alborotos derivados del “yo no me dejo montar de nadie”. Las peleas en fechas de conmemoración como Navidad, fin de año, partidos de fútbol y un largo etcétera de eventos en el año son constantes. También se ventilan los problemas sentimentales (como que le pusieron los cachos o que el marido le pega a su esposa) o de dinero (como que le deben al vecino y tenemos que escuchar todo el problema).

Viviendo en un barrio humilde de Bogotá, he enfrentado diversos desafíos que me motivaron a buscar un cambio. Desde ruidos constantes hasta problemas vecinales, la programación se presentó como una salida viable.

Estos son solo algunos ejemplos, pero muchos más factores quedan fuera.

La programación como escape

La programación no solo ofrece oportunidades económicas, sino también una forma de escapar de ambientes ruidosos y estresantes. Al aprender a programar, he encontrado una ruta hacia una vida más tranquila y estable.

Aprender a programar me ha dado la oportunidad de conseguir un trabajo más estable y donde pasé de ganar un salario mínimo en 2022 a duplicarlo y un poco más a mediados de 2023.

Ahora esto me permite ahorrar para poder comprar una casa más alejada del bullicio de la ciudad. Quizás también comprar un carro y darme algunos lujos sencillos. Esta es mi meta a corto plazo: poder tener una casa que resuelva la principal problemática y por la cual hago este post.

Aprender a programar me permitió duplicar mi salario en un año, brindándome la posibilidad de ahorrar para una casa mejor y alcanzar mis metas personales.

Actualmente, mis problemas se reducen a tener más dinero para poder hacer más cosas, no parar de estudiar y seguir mejorando. En este punto, considero que en el futuro mis motivaciones serán distintas, pero estas fueron las que me motivaron a empezar y las que me motivan a continuar. Creo que cada uno de nosotros se merece más y puede conseguirlo, pero eso se logra con esfuerzo y dedicación.

Las motivaciones de otros

Sé que las motivaciones de otras personas pueden ir más allá del ámbito de ganar más dinero o alcanzar un estatus de ser programador. Otras pueden ser como las mías, buscando más tranquilidad o estabilidad emocional, lo que permite desarrollarse tanto en el ámbito profesional como en el personal.

Lo importante de tener estas metas basadas en nuestras motivaciones es seguir trabajando para alcanzar los objetivos propuestos. A pesar de la adversidad, es crucial continuar. Aquí va mi consejo: No te desanimes ante las dificultades. Con esfuerzo y dedicación, es posible transformar tu vida a través de la programación. Sigue aprendiendo y mejorando continuamente.

Así que toca continuar picando código para que se cumplan nuestros sueños.

Muchas gracias por leerme.